Montevideo Portal realizó un extenso informe denominado «La patria y la tumba» sobre las principales causas de muerte en Uruguay. En ella se entrevista al Dr. Mario Zelarayán, Director Ejecutivo de la Comisión Cardiovascular, para hablar de la primera causa de muerte en Uruguay, las enfermedades cardiovasculares.
Los invitamos a leer el informe: http://www.montevideo.com.uy/contenido/Informe-sobre-las-principales-causas-de-muerte-en-Uruguay-326941
Cada año mueren unas 30 mil personas en nuestro país. ¿Cuáles son las principales causas de muerte? ¿Cuál es la relación entre las muertes por enfermedad y el número de muertes violentas? ¿Cuántos hombres son asesinados por cada mujer? ¿Por qué las enfermedades cardiovasculares están afectando más a las mujeres? Te presentamos la primera entrega de un informe sobre las principales causas de muerte.
La esperanza de vida en nuestro país ha evolucionado en los últimos años, pasando de 78 años en 1996 a 80.4 años en 2013 para las mujeres y de 69.9 a 73.3 en los varones. La diferencia, para los que inciden factores biológicos y culturales, se acortó de 8.1 a 7.1 entre 1996 y 2013. Las muertes violentas y la baja prevención en salud son algunos de los aspectos culturales que inciden en la menor esperanza de vida de los varones.
1) Enfermedades del sistema circulatorio
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte del país en mujeres y la segunda en hombres. Se estima que el año que viene, pasen al segundo puesto para ambos sexos, debido a un marcado descenso en su mortalidad. Esta baja responde en parte a las mejoras en las posibilidades de atención y en parte a la disminución de los factores de riesgo. En los últimos años, más uruguayos hacen actividades físicas, hay menos personas con colesterol alto, los hipertensos están mejor controlados y bajó el tabaquismo.
El director ejecutivo de la Comisión Honoraria de Salud Cardiovascular, Mario Zelarayán, dijo a Montevideo Portal que los uruguayos «cada vez nos morimos menos” y destacó la existencia de 800 personas, en su mayoría mujeres, con más de 100 años.
Cuatro factores de riesgo
Zelarayán explicó que hay decenas de factores de riesgo para este tipo de enfermedades, pero hay cuatro que son los principales porque desencadenan los demás: la actividad física, la alimentación, el consumo de tabaco y el consumo de alcohol. “Para ser activo hay que dormir adecuadamente, 6 horas en adultos y hasta 12 horas en niños y adolescentes. Hacer una actividad moderada, media hora cinco días a la semana. Puede ser caminar, andar en bicicleta o bailar, con eso es suficiente». Además llamó a no ser sedentario: “nadie puede estar más de dos horas quieto en ningún lado. Dos horas frente al televisor o en la oficina, después levantarse a algún lado, dar una vuelta en la oficina caminar por el piso y seguir. Es importante no estar más de dos horas quieto”.
En materia de alimentación es necesario tener un buen desayuno, principalmente en los niños, con leche, pan y mermelada, almorzar normalmente y cenar poco. Comer fruta, verdura y pescado y poner poca sal : “Hay que comer frutas y verduras de todos los colores. Porque todas tienen distinto antioxidante, el antioxidante que tiene el tomate que es rojo, no es el mismo de la papa que es blanca, necesitamos de todos los colores”, señaló Zelarayán.
El médico advirtió que las bebidas azucaradas son tan malas como la grasa del asado: “aportan grandes cantidades de energía y nada de nutrientes. La grasa creo que tiene más nutrientes. Es más dañino el azúcar que las grasas”. En cuanto al tabaco, Zelaraýan dijo que “no hay que fumar nada porque el riesgo es total, aún con dosis mínimas”.
“Para el alcohol hay cierta tolerancia, acá el problema es el consumo problemático de alcohol, un poquito de alcohol no hace mal, sino que hace bien. El problema es que es difícil conseguir que sea ese poquito, por eso la indicación que nosotros hacemos es que aquellas personas que nunca tomaron nada que sigan sin tomar y el que toma, que tome un vasito de vino y nada más”, afirmó. Consultado sobre otras bebidas alcohólicas como la cerveza o el whisky, Zelarayán dijo que es más beneficioso y está más estudiado el vino, aunque recordó que nunca hay que pasarse de un vaso de vino o cerveza o de una medida de whisky por día.
Los controles necesarios
Zelarayán dijo que los controles médicos frecuentes y regulares, como tomarse la presión y hacerse análisis de sangre “son fundamentales” porque la mayor parte de estas enfermedades son asintomáticas. “Uno dice que se siente bien y no quiere decir que esté realmente bien. Debemos empezar a controlarnos de estos factores de riesgo desde siempre, la embarazada tiene que estar cuidando al niño, porque la embarazada que fuma predispone al niño a tener enfermedad del corazón o del cerebro más adelante. Cuando uno nace se controla el peso, y de ahí en más hay que controlarlo siempre. La presión arterial a partir de los tres años, el colesterol a partir de los seis y la glucosa más allá de los 25 años. El médico valoró el hecho de que haya mayor conciencia sobre los hábitos saludables: “El tomar conciencia no significa que vayas a cambiar, pero es un primer paso, después está el paso de planificar cómo cambiamos el hábito pero el tener conciencia de lo que es bueno y lo que es malo es muy bueno”.