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Cada 14 de febrero se conmemora el Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, una fecha que busca informar y dar visibilidad a estas patologías que afectan a miles de niños en el mundo, incluyendo a Uruguay.

Este 14 de febrero, hacemos un llamado para aportar información para  la prevención y el apoyo a niños y sus familias que enfrentan esta condición.

¿Qué son las cardiopatías congénitas?

Las cardiopatías congénitas son malformaciones del corazón o de los grandes vasos sanguíneos que pueden detectarse en el feto o en recién nacidos. En algunos casos, estas anomalías se manifiestan más tarde en la vida.

Existen diversos tipos de defectos cardíacos congénitos. La mayoría son leves y requieren solo controles periódicos, pero otros son graves y necesitan intervenciones inmediatas mediante cateterismo o cirugía.

La frecuencia de las cardiopatías congénitas en Uruguay.

En Uruguay, las cardiopatías congénitas son una de las principales causas de muerte neonatal. Entre los defectos congénitos, representan el grupo más frecuente y afectan a más de 1 de cada 10 recién nacidos que fallecen antes de los 5 años.

Cada año, alrededor de 450 niños nacen con cardiopatías congénitas graves en nuestro país. Estos casos requieren atención médica especializada, con múltiples intervenciones, largas hospitalizaciones y controles periódicos que pueden extenderse hasta la adultez.

Sin embargo, gracias a los avances en diagnóstico y tratamiento, más del 90% de los niños afectados sobreviven hasta la adultez y logran llevar vidas saludables y plenas.

¿Qué podemos hacer?

La detección temprana durante el embarazo y el tratamiento adecuado son clave para salvar vidas y prevenir complicaciones. 

Factores como la genética, el estilo de vida y el entorno ambiental juegan un papel importante en el desarrollo de estas enfermedades: 

  • Evitar el consumo de sustancias nocivas (alcohol, drogas y fármacos no permitidos) durante  la preconcepción y  el embarazo reduce significativamente el riesgo.
  • Mantener un seguimiento médico adecuado en cada etapa del embarazo ayuda a identificar posibles problemas.

¿Cómo se detectan las cardiopatías congénitas?

Algunos defectos cardíacos pueden identificarse durante el embarazo mediante la  ecografía estructural. Este método, no invasivo y sencillo, forma parte del control prenatal y permite observar imágenes detalladas del corazón del bebé en desarrollo.

En otros casos, los defectos se detectan después del nacimiento a través de pruebas en recién nacidos o durante la niñez e incluso en la adultez.

El ecocardiograma es la prueba diagnóstica de referencia, ya que permite evaluar el tipo y la gravedad de las cardiopatías congénitas.

¿Qué pasa con los adultos que tuvieron cardiopatías congénitas?

Gracias a los avances médicos, muchas personas que fueron tratadas en su niñez pueden llevar vidas normalmente.  Sin embargo, es importante entender que, aunque los defectos hayan sido “operados”, en la mayoría de los casos es importante mayor control de los factores de riesgo. Estas personas requieren controles periódicos con especialistas para identificar y manejar posibles riesgos adicionales, como otras enfermedades cardiovasculares.  

Estilos de vida saludables: el mejor aliado para la prevención.

Desde la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular (CHSCV), se subraya la importancia de mantener estilos de vida saludables para prevenir complicaciones en personas con cardiopatías congénitas. Algunas recomendaciones clave incluyen:

  • Adoptar una alimentación saludable, evitando ultraprocesados y reduciendo el consumo de sal, azúcar y grasas. Aumentar la ingesta de frutas, verduras y pescado.
  • Realizar actividad física adecuada a la edad y posibilidades.
  • Garantizar un sueño reparador y gestionar el estrés de manera efectiva.
  • Evitar el consumo de alcohol, tabaco y nicotina en todas sus formas.
  • Realizar chequeos médicos regulares y mantener un buen control de los niveles de glucosa, colesterol y presión arterial.

Reflexión final.

La detección temprana, el acceso a tratamiento adecuado y la promoción de hábitos saludables son fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas con cardiopatías congénitas.

 

Referencias: