El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Este año, nos encuentra en una situación de pandemia mundial, oportunidad para reflexionar sobre el cuidado de nuestra salud y el medio ambiente.

Las ciudades en vías de desarrollo, como es el caso de muchas de América Latina y el Caribe, son particularmente vulnerables a la interacción entre inactividad física, sedentarismo y enfermedades crónicas, en la medida en que sus poblaciones adoptan estilos de vida que son el común denominador de muchas enfermedades y causa de muerte. El uso de vehículos motorizados para trasladarse suma el efecto de la contaminación al del sedentarismo.  Los factores de riesgo, como el sedentarismo y la contaminación, inciden en el riesgo de enfermedades no trasmisibles (ENT).

Sin embargo, podemos conseguir los beneficios de la actividad física y no ser sedentario, al trasladarnos con energías limpias, como la energía biomecánica producida por nuestros propios músculos.

“Cambiar de energías” es el mensaje que desde la Red de Actividad Física del Uruguay (RAFU) y la Comisión Cardiovascular, que busca aunar ambos conceptos que se potencian en este día. Sustituir en lo posible vehículos con motor por transporte activo (caminar, correr, andar en bicicleta, patineta, monopatín o patines) y generar un cambio beneficioso por la salud y el medio ambiente. Sin duda un ganar-ganar.

El transporte activo es una manera sencilla y accesible de incorporar actividad física en nuestra rutina diaria y cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 150 minutos de actividad física moderada y vigorosa por semana para los adultos, y para los menores, por lo menos moverse una hora diaria. Camino al trabajo, al centro de estudio o haciendo mandados. Incorporarlo a tu vida cotidiana para generar un hábito saludable y un aporte mantenido en el cuidado de la naturaleza.

Sin embargo, el diseño de las ciudades incide en poder desplazarse en forma activa con seguridad, principalmente determinado por sendas, ciclovías recreativas y un buen transporte público conectado que permita combinar el ómnibus con caminar en nuestros trayectos cotidianos. Tan importante es el diseño urbano que existen índices que categorizan a las ciudades en cuánto a su posibilidad y promoción de caminar o andar en bicicleta (Índice “walkability” y “bikeability”).

Por cada kilómetro que escogemos una vía de transporte activo en vez del uso de vehículos a combustión, evitamos la emisión de 300 gramos de dióxido de carbono al aire.

Si una persona camina a su trabajo a 1,5 km 5 veces por semana en forma moderada, 30 minutos (15 de ida y 15 de vuelta), cumple con las recomendaciones y es “activo” con grandes beneficios en salud, además evita la emisión de 4,500 gamos de CO2 por semana.

El transporte activo usa energía limpia, promueve tu salud y la calidad de vida.

Te invitamos a preguntarte ¿qué cambios podés hacer hoy que contribuyan con el medio ambiente y tu salud?

 

 

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*La imagen del afiche fue tomada un domingo en el cual la rambla quedó peatonal para uso recreativo. Recomendamos utilizar todas las medidas de seguridad correspondientes para el uso de la bicicleta. Más información en Montevideo en bici: https://montevideo.gub.uy/montevideo-en-bici-0