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Reducir el consumo de sal no es solo una cuestión de gusto: es una decisión que puede salvar vidas. 

En el marco de la Semana de Sensibilización sobre el Consumo de Sal, que se celebra del 12 al 18 de mayo, la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular promueve la campaña “5 pasos para no pasar los 5 gramos de sal al día”, con el objetivo de informar, educar y generar conciencia sobre los efectos del sodio en la salud.

La sal, silenciosa y peligrosa

La evidencia es clara: el exceso de sal en la alimentación eleva la presión arterial y contribuye al desarrollo de hipertensión arterial (HTA), una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares (accidentes cerebrovasculares (ACV), insuficiencia cardíaca e infartos). De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el exceso de sodio es la primera causa alimentaria asociada a mortalidad en el mundo, provocando cerca de 2 millones de muertes al año.

En Uruguay, se estima que consumimos en promedio más de 8 gramos de sal al día, es decir, aprox. un 70% por encima del máximo recomendado (5 g por día = 2000 mg de sodio). Este exceso suele pasar desapercibido, ya que no siempre proviene del salero.

¿Dónde se esconde la sal?

El sodio está presente en una gran cantidad de productos industrializados: caldos en cubos, fiambres, salsas, panes, bizcochos, quesos, embutidos, snacks y comidas prontas. Incluso productos que no tienen sabor salado, como galletitas dulces o cereales, pueden contener altos niveles de sodio.

Cocinar sin usar el salero no es garantía de una dieta baja en sodio: muchas veces “un poquito” de algunos productos puede sumar demasiado.

5 pasos para no pasarse: elegí empezar hoy

  1. Leé las etiquetas: evitá productos con el sello EXCESO DE SODIO. En productos enlatados, colá y enjuagá antes de usar.
  2. Pasá tu familia a ModoMenosSodio: especialmente en los más chicos, reducí el consumo de fiambres, panchos, embutidos y pizzas. «Compará los rótulos y preferí los productos que aparezcan con menos SODIO en la tabla»
  3. “Basa tu alimentación en alimentos naturales, frescos o mínimamente procesados.* Más hierbas, especias y condimentos para subir un nivel en sabor y salud de tus comidas.”
  4. Disminuí la sal al cocinar: usá pequeñas cantidades y buscá técnicas de cocción simples (plancha, horno, hervido).
  5. Pedí platos sin sal cuando comas fuera: sumá sabor con limón, perejil, chimichurri o especias, no con sal.

La sal también afecta a los niños

Aunque muchas veces se asocia la hipertensión con adultos, también puede presentarse en niños, especialmente si hay sobrepeso, alimentación con exceso de sal y productos ultraprocesados. Además, se forma desde la infancia la preferencia por el sabor salado, lo que puede dificultar la aceptación de alimentos naturales si no se estimula desde temprano.

En un solo cumpleaños infantil con snacks, panchos y pizza, un niño puede consumir más sodio del recomendado para un adulto en todo un día. Pero esto puede cambiar: reducciones sucesivas de sal, sin perder sabor, son posibles y efectivas.

Un cambio posible en todos los niveles

La campaña #ModoMenosSodio invita a que todos los sectores hagan su parte:

  • Industria alimentaria: reducir el contenido de sodio en productos y evitar la publicidad dirigida a niños.
  • Elaboradores de alimentos: usar menos sal en viandas, rotiserías, panificados, incluyendo alternativas con hierbas y especias.
  • Consumidores: elegir productos con bajo contenido de sodio, modificar hábitos en casa y exigir opciones más saludables fuera del hogar.
  • Familias y centros educativos: ofrecer alternativas sin sal en cumpleaños y comedores escolares.
  • Espacios comunitarios: sumar actividades de sensibilización.

Actividades sugeridas para instituciones:

  • Degustaciones de productos sin sal o reducidos en sodio.
  • Talleres de cocina con niños usando condimentos naturales.
  • Investigación y lectura de etiquetas.
  • Menús “Menos sal, más sabor” en comedores y restaurantes.
  • Acciones educativas en centros de salud y escuelas de cocina.

Porque reducir el consumo de sal es una de las acciones más simples y efectivas para proteger el corazón. Sumate esta semana, informate, compartí y activá el cambio. Por vos, tu familia y tu comunidad.