El exceso de peso en la infancia afecta hoy a casi 4 de cada 10 niños y niñas en el Uruguay.

Sabemos que el exceso de peso en la infancia es predictor de exceso de peso en la vida adulta y este a su vez es un factor de riesgo para la salud: aumenta el riesgo de tener diabetes, hipertensión, algunos tipos de cáncer, enfermedad cardiovascular y sufrir de afectación de huesos y articulaciones, entre otras cosas. Además, afecta el desarrollo emocional y social del individuo. 

¿Por qué es importante cuidar la alimentación de las niñas y niños?

Los alimentos darán la energía y los componentes necesarios para que los niños puedan aumentar su masa muscular y ósea, fortalecer su sistema inmune, desarrollar sus habilidades cognitivas, realizar todas las actividades del día y sentirse bien. 

Además, los hábitos que el niño o la niña adquiera en la infancia serán la base de su salud y su alimentación para el resto de su vida.

Además de la alimentación, tené en cuenta que es fundamental que los niños y niñas realicen actividad física y reduzcan el tiempo sedentario, generalmente muy vinculado al uso de pantallas.

¿Qué hábitos de alimentación conviene fomentar en la infancia?

 

-Es importante que los niños y niñas tomen el gusto por las comidas caseras, elaboradas a partir de alimentos naturales. Estas comidas no sólo serán más saludables, sino que dotarán de historias y significados positivos el resto de la vida. Los olores del guiso de mamá, la presentación del pastel de carne de la abuela, el sabor a la carne a la parrilla de papá: no se trata sólo de nutrientes, sino de historias, que conformarán la historia de vida de nuestros niños y serán la base de su vínculo con la alimentación para el resto de su vida. 

-Comer en la mesa y acompañado, en horarios y lugares establecidos. Los hábitos alimentarios se comienzan asentar en la infancia y es conocido que la influencia de la familia en el niño es mayor cuanto más se comparta con éste. Que los adultos referentes se comporten de la forma en que esperan que los niños y niñas lo hagan ayuda a que lo logren. Los horarios establecidos ayudan a ordenar y regular el apetito y la distribución de comidas a lo largo del día. 

-Cuidar el vínculo del niño con la comida: no consolar, premiar o castigar con comida, ni obligar a comer. Los niños tienen capacidad para regular la cantidad de comida que ingieren en función a sus sensaciones de hambre y saciedad. Si los obligamos a terminar el plato servido, damos ciertos alimentos como premio o castigo o castigamos por determinada conducta asociada a la comida, podemos afectar su relación con el alimento, disminuir su capacidad de autorregulación y predisponerlo a instaurar hábitos no saludables, que podrán traducirse en trastornos asociados a la alimentación, como ser el exceso de peso.(Fuente: Recomendaciones AEP alimentación complementaria niño 0-3).

-Evitar pantallas o juguetes mientras comen. Cualquier elemento que actúe como distractor estará interfiriendo entre el niño y el alimento, afectando la capacidad de autorregulación del pequeño y predisponiéndole a comer de más y eventualmente desarrollar exceso de peso.

-Incluir la mayor variedad de alimentos naturales posible. Cuanto más natural y variada sea la alimentación en el hogar, más probabilidad de que el niño prefiera alimentos naturales y saludables a lo largo de toda su vida. En cambio, exponer reiteradamente los niños a alimentos muy dulces o muy salados (como las bebidas azucaradas o los snacks salados) disminuye la aceptación de alimentos naturales por la diferencia en la intensidad de sabores y cómo son percibidos y preferidos por los niños. 

-Evitar ser restrictivo con los productos no saludables. Para promover hábitos saludables, es preferible crear un entorno alimentario saludable en el hogar. Siempre que sea posible, invitar al niño a cocinar, a elegir alimentos saludables, a ir al almacén o mercado – u otro lugar de compra-, a plantar vegetales, hierbas y frutas. Evitar tener productos como galletitas rellenas, alfajores, chocolates, bebidas azucaradas, snacks, etc en el hogar y a la vista de los niños (fuente:  https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnut.2017.00066/full).

-Limitar el tiempo de pantalla de los niños. Es deseable que los niños pasen menos frente a las pantallas y más tiempo realizando otras actividades, como ser estar al aire libre, practicar deportes, jugar con otros niños o dedicarse a distintos hobbies. Esto no sólo disminuye su tiempo de inactividad sino que además disminuye su exposición a publicidad de productos comestibles no saludables. 

¿Qué alimentos no pueden faltar en la alimentación de niñas y niños?

-Vegetales y frutas. son fuente de vitaminas, minerales y fibra que son esenciales para un correcto funcionamiento del organismo y un óptimo desarrollo. Además, por su contenido en fibra son un aliado contra el exceso de peso y muchas enfermedades, mejoran el tránsito intestinal, dan saciedad y sensación de bienestar. Comer vegetales y frutas desde la infancia es un predictor de un mayor consumo de estos alimentos en la vida adulta. Por tanto, le estarás procurando al niño una alimentación mejor en el corto, mediano y largo plazo. 

-Carnes o alimentos fuente de proteínas y/o hierro. Las carnes son fuente de hierro, proteínas de buena calidad, zinc y vitamina B12. Estos nutrientes son esenciales para el organismo en cualquier momento de la vida, más aún en las etapas de crecimiento y desarrollo. Otras fuentes de proteínas de buena calidad son la leche y los huevos. Las legumbres (porotos, lentejas, garbanzos) son también fuente de proteínas y hierro. Los frutos secos contienen asimismo proteínas y además grasas de buena calidad. Las fuentes vegetales de hierro sin embargo, hacen que este mineral esté menos disponible para su utilización por el intestino humano. Para mejorar su biodisponibilidad se puede adicionar algún alimento fuente de vitamina C, como ser jugo de limón, frutilla, kiwi, o naranja en la misma comida. 

-Lácteos, o alimentos fuente de calcio. El calcio es importante para la correcta formación de huesos, fundamental en etapas de crecimiento. Además, el calcio está implicado en la función muscular, nerviosa y hormonal, entre otras. Las fuentes privilegiadas de calcio son los lácteos: leche, quesos y yogur. Algunos peces pequeños si son consumidos enteros (como las sardinas) son también una buena fuente de calcio. Como fuentes de origen vegetal, están las semillas de sésamo, algunos frutos secos, como nueces, almendras, legumbres -particularmente porotos-, el amaranto y algunos vegetales. Sin embargo, las fuentes vegetales de calcio lo contienen con menor biodisponibilidad, es decir que no se utiliza tan eficientemente como el calcio proveniente de lácteos. 

-Fundamental para hidratarse. El agua .Imprescindible consumirla a diario, y más aún acostumbrarnos a que sea la bebida por defecto. Ningún refresco o jugo debería reemplazarla.

¿Qué alimentos es mejor evitar?

 

En general, te sugerimos que evites dar a tus niños los denominados productos ultraprocesados, prestando particular atención a las bebidas azucaradas, tales como jugos en caja, refrescos y bebidas lácteas endulzadas. Asimismo, las nuggets, hamburguesas congeladas, panchos, papas tipo noisette o prefritas y demás productos listos para ser cocinados y consumidos sería mejor evitarlos: es deseable que no reemplazan la comida casera ni sean frecuentes en el plato de tus niños. 

Los llamados productos ultraprocesados tienen un perfil nutricional poco deseable que los relaciona a la aparición de enfermedades en la vida adulta (como cáncer, hipertensión, diabetes, obesidad). Además, genera que los niños se acostumbren a sabores más dulces o más salados que luego contribuye a que rechacen opciones saludables con una intensidad de sabores diferente. Además, muchas veces son publicitados y envasados de manera muy atractiva, utilizando incluso caracteres animados infantiles que estimulan la preferencia por parte del niño o la niña frente a otras opciones.

¿Qué puede llevar mi hija/o a la escuela como merienda?

No siempre es necesario que el niño o la niña lleve merienda a la escuela: depende del horario que permanezca en la institución, sus hábitos y la distribución de comidas de todo el día. 

La mejor opción es generalmente una fruta, ya sea sola, en ensalada de fruta o licuado natural. Un yogur natural sin azúcar agregado, un puñado de cereales sin azúcar o frutos secos pueden servir también como colación. Si en casa tenés alguna preparación casera, como ser pizza, tarta, galletas, torta dulce, puede ser una atractiva opción para incluir en la merienda. 

Aquí te damos algunos ejemplos de merienda escolar: Te sugerimos que para ampliar información y acceder a muchos consejos ingreses a: https://www.unicef.org/uruguay/cocinaleshoy

El niño no come suficiente, no come algunas cosas, es muy selectivo 

 

Es bastante frecuente que familiares consulten preocupados por la forma en que se alimentan los niños y niñas en su hogar. A veces sucede que el niño se vuelve muy selectivo, deja de comer algunos alimentos o se limita a comer sólo algunos (por más información y consejos te recomendamos visitar: https://www.unicef.org/uruguay/cocinaleshoy ). 

Si detectas alguno de estos cambios, te recomendamos hablarlo con el/la pediatra correspondiente. 

Sobre estos aspectos, hacemos simplemente algunas acotaciones sobre conductas esperables del niño o la niña: 

-Los niños y niñas generalmente tienen desde pequeños la capacidad de regular su ingesta en función a las sensaciones de hambre o saciedad. Por tanto, se sugiere ofrecer en casa cantidades moderadas de alimentos y permitirle que repita si así desea, en lugar de servir grandes platos, y no obligarlo a que los termine. En caso de detectar que el niño o niña come más de lo esperado reiteradamente o muestra conductas que nos hace pensar que se esté sobrealimentando -o detectamos un aumento en el peso corporal – es recomendable consultar con pediatra o nutricionista para valorar dicha ingesta y orientar acciones.  

-Es normal que en algunas etapas el niño o la niña rechace algunos alimentos, incluso alimentos que previamente solía comer. Ante estas situaciones, se aconseja seguir ofreciendo el alimento de diferentes formas, puesto que se sabe que la familiaridad del alimento aumenta la probabilidad de que el niño eventualmente lo acepte: se estima que es posible llegar a necesitar entre 6 y 10 exposiciones del mismo alimento al niño antes de que lo acepte. Insistir u obligar al niño o la niña a que termine el plato no es apropiado, puesto que va en contra de la capacidad fisiológica de responder a las sensaciones de hambre/saciedad.