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Profesionales de la Salud. 

Invitamos a los equipos de salud a poner en conversación la rehabilitación cardiovascular como una herramienta clave de prevención terciaria.

Queremos destacar la importancia de las acciones de prevención terciaria, como lo es la rehabilitación cardíaca, fundamental para mejorar la calidad de vida de quienes viven con enfermedades cardiovasculares y para reducir el riesgo de nuevos eventos.

La rehabilitación cardiovascular (RHCV) cumple un rol fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con enfermedades cardiovasculares y para reducir el riesgo de nuevos eventos. A pesar de la evidencia sólida que respalda su impacto positivo, sigue siendo subutilizada en muchos sistemas de salud.

Desde la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular (CHSCV) proponemos visibilizar, discutir y fortalecer su implementación como parte de una estrategia integral de atención en salud.

¿Qué entendemos por Rehabilitación Cardiovascular? De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la rehabilitación cardiovascular (RHCV) es “el conjunto de actividades necesarias para asegurar a las personas con enfermedades cardiovasculares una condición física, mental y social óptima que les permita ocupar por sus propios medios un lugar tan normal como le sea posible en la sociedad”.

Esto implica que la rehabilitación no es una intervención puntual, sino un proceso continuo, multidisciplinario y personalizado, que comienza desde el momento mismo del evento cardíaco y acompaña al paciente en su recuperación y reintegración social.

Componentes: La rehabilitación cardiovascular incluye acciones coordinadas y complementarias, tales como:

  • Educación y sensibilización sobre la enfermedad cardiovascular y sus factores de riesgo.
  • Acompañamiento psicoemocional para pacientes y familias.
  • Asesoramiento nutricional personalizado.
  • Promoción de la actividad física y prescripción de ejercicio adaptado.
  • Reducción del sedentarismo y fomento de hábitos saludables.
  • Espacios de integración social y grupal.
  • Controles médicos regulares y seguimiento clínico.
  • Apoyo para la reinserción laboral y social.

La rehabilitación no se concibe como una intervención única, sino como un proceso continuo y permanente que se ajusta a las características individuales de cada paciente y que se organiza en fases o etapas que inician desde el momento del evento y se mantienen a lo largo de la vida.

¿Por qué debemos integrar sistemáticamente en la práctica clínica?

  1. Porque la enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de muerte prematura a nivel global y una fuente creciente de discapacidad y gasto sanitario.
  2. Porque la ECV tiene un fuerte componente prevenible, relacionado con estilos de vida no saludables y factores de riesgo modificables como el sedentarismo, el sobrepeso, la hipertensión o la diabetes.
  3. Porque vivimos una transición epidemiológica, con un envejecimiento poblacional que aumentará la carga de enfermedad cardiovascular en las próximas décadas.
  4. Porque está demostrado que los programas de RHCV reducen la morbimortalidad en pacientes de alto riesgo, mejoran su funcionalidad y promueven una mejor calidad de vida.
Fases del proceso de rehabilitación: La RHCV se organiza en diferentes fases que responden al momento clínico del paciente y al contexto de atención (hospitalario o ambulatorio):
  • Fase I
    • Ia: Hospitalaria (fase precoz).
    • Ib: De transición.
  • Fase II
    • Rehabilitación estructurada (hospitalaria o ambulatoria).
  • Fase III
    • Mantenimiento a largo plazo.

En todas las etapas, el objetivo es promover la autonomía, la seguridad y la calidad de vida, trabajando no solo desde lo físico, sino también desde lo emocional, lo social y lo conductual. Involucra a equipos interdisciplinarios. El cardiólogo tratante cumple un rol articulador clave.


Desafíos actuales
A pesar de los beneficios bien documentados, menos del 30% de los pacientes elegibles acceden a programas de rehabilitación cardiovascular en nuestra región.
Es clave pensar en propuestas accesibles, flexibles e inclusivas que permitan una mayor cobertura y adherencia.

Desde la CHSCV reafirmamos que la rehabilitación cardiovascular es un pilar central en la atención integral post evento cardíaco. Y más aún, es una oportunidad para consolidar un modelo de atención centrado en la persona, interdisciplinario y basado en la evidencia. Revisemos nuestras prácticas clínicas, fortalezcamos las redes entre equipos, escuchemos a los pacientes y trabajemos por una implementación más justa y efectiva.