Cada 21 de setiembre, se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, una fecha establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Alzheimer.
Este día tiene como objetivo principal promover actividades de concientización y prevención a nivel global sobre esta enfermedad.
Entendiendo el Alzheimer y la Demencia
El Alzheimer es la forma más común de demencia, representando entre el 60% y 70% de los casos. La demencia es un término que engloba varias enfermedades que afectan la memoria, el pensamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas.
Además del Alzheimer, existen otras formas de demencia, como la demencia vascular, la demencia con cuerpos de Lewy, las demencias que pueden desarrollarse tras un accidente cerebrovascular, las demencias que pueden desarrollarse por el uso nocivo del alcohol, por lesiones cerebrales repetidas, o por deficiencias nutricionales.
Los factores de riesgo que predisponen al desarrollo de la demencia vascular son: la presión arterial alta, la diabetes, el colesterol alto y las arritmias cardiacas. Por lo cual en este día reforzamos el mensaje de la importancia de su control.
La CHSCV se une a la conmemoración de este día, destacando que cuidar la salud cardiovascular también protege nuestro cerebro.
Impacto global y local de las Demencias.
Se estima que más de 55 millones de personas en el mundo padecen demencia, siendo la séptima causa principal de muerte y una de las principales causas de discapacidad y dependencia en personas mayores. En Uruguay, en 2023 se registraron 1,124 muertes relacionadas con demencias (vasculares y no especificadas), y 222 fallecimientos por Alzheimer.
El Alzheimer no solo afecta a quienes la padecen, sino también a sus cuidadores y familias, generando consecuencias físicas, psicológicas, sociales y económicas. La falta de concientización y comprensión de la enfermedad a menudo resulta en estigmatización y barreras para un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Reconociendo las señales del Alzheimer.
Algunas señales tempranas de la enfermedad incluyen:
- Cambios de memoria que dificultan la vida diaria.
- Dificultad para planificar o resolver problemas.
- Problemas para realizar tareas habituales en el hogar, el trabajo o actividades de ocio.
- Desorientación en tiempo o lugar.
- Dificultad para comprender imágenes visuales y relaciones espaciales.
- Problemas con el uso de palabras en el habla o la escritura.
- Colocación de objetos fuera de lugar y dificultad para encontrarlos.
- Disminución o falta de buen juicio.
- Pérdida de iniciativa para participar en actividades sociales o laborales.
- Cambios en el humor o la personalidad.
Ante la presencia de estas señales, es crucial consultar a un médico de manera precoz para un diagnóstico temprano y el inicio de tratamientos que puedan retrasar el avance de la enfermedad.
Cuidando el cerebro y el corazón
Algunos hábitos saludables para mantener el cerebro en buen estado incluyen:
- Desafiar la mente aprendiendo nuevas habilidades.
- Mantenerse socialmente activo con familiares y amigos.
- Continuar aprendiendo a lo largo de la vida.
- Realizar actividad física regularmente.
- Protegerse de golpes en la cabeza.
- Evitar el consumo de tabaco en todas sus formas.
- Evitar el consumo de alcohol.
- Chequear y mantener bien controlados la presión arterial, diabetes y colesterol.
- Realizar chequeos médicos regulares.
- Mantener una alimentación saludable, basada en dietas como la DASH o la Mediterránea.
- Mantener un peso saludable.
- Dormir bien, asegurando un sueño de calidad.
Conocer las señales del Alzheimer y adoptar hábitos saludables puede marcar una gran diferencia. Recibir un diagnóstico temprano no solo alivia la ansiedad, sino que también permite planificar el futuro y acceder a recursos y programas de apoyo.
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