Entre el 1 y el 7 de agosto se conmemora mundialmente la Semana de la Lactancia Materna, que busca sensibilizar y promover ésta práctica en la sociedad. Este año, 2022, el tema de la Semana es Impulsemos la Lactancia Materna: Apoyando y Educando. De esta forma estamos todos convocados a tomar acciones y ser parte de una cadena efectiva que impulse esta práctica.
La SMLM se ha alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En 2018, una resolución de las Naciones Unidas respaldó a la SMLM como una importante estrategia de promoción de la lactancia materna.
Como sabemos, la leche materna tiene el mejor equilibrio de sustancias y nutrientes para el bebe. Tanto para su óptimo crecimiento, desarrollo neurológico como para la protección de infecciones aportando inmunidad.
El vínculo madre-hijo se fortalece con el contacto al amamantar.
A su vez, la lactancia materna, tiene un impacto positivo en el medio ambiente, es un producto natural, por lo cual se renueva naturalmente y no produce desechos que afecten el ambiente como otros alimentos.
Esta semana de la lactancia, nos convoca a conversar sobre las diversas acciones que favorecen el apoyo y la educación, generando así que las mujeres logren amamantar en forma óptima y placentera.
Es responsabilidad de todos, madres y padres, su familia, los equipos de salud, la comunidad, y los gobiernos, todos juegan roles fundamentales, comprender y colaborar en sostener esta práctica depende de todos. Avanzar en el respeto y derecho madre-hijo, en la educación, en el respaldo a políticas de promoción y la facilitación de espacios adecuados para la mamá y el bebé colaborarán en la mejorar la lactancia materna y con esto en la nutrición y salud presente y futura.
La leche materna está disponible y garantiza la nutrición e hidratación adecuada en el lactante, durante los 6 primeros meses.
Alimentar a pecho evita los gastos en preparados para lactante (fórmulas sucedáneas de la leche materna). No incurrir en este gasto puede colaborar en la seguridad alimentaria y económica de la familia.
Se recomienda el inicio temprano de la lactancia materna, en la primera hora luego del nacimiento, como una manera de favorecer que esta práctica se sostenga. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Lactancia , 2020, el 57,2% de los recién nacidos inició la lactancia materna entre 1 y 3 horas luego del parto, y el resto de los niños lo hizo luego de las 3 horas. A las 48 horas el 88,5% de los bebés había iniciado la lactancia.
Debe ocuparnos encontrar estrategias para sostener el pecho exclusivo hasta los 6 meses, ya que en nuestro país declina.
Compiten con la lactancia la naturalización de la recomendación del uso de preparados para lactantes al alta, por la comunidad y la familia. Se debe plantear esto como un problema, y asentar más prácticas de ayuda y sostén de la lactancia. También la inclusión precoz de alimentos no indicados ni necesarios a esta edad puede competir con la alimentación a pecho, generando esto un desbalance nutricional.
Dar de mamar demanda un gasto de energía que ayuda mucho a la madre a recuperar el peso previo al embarazo que a veces queda luego del parto, y esto es beneficioso.
Vinculadas al adecuado estado nutricional desde el inicio de la vida están las enfermedades no transmisibles (ENT). El exceso de peso es un factor de riesgo desde la temprana infancia, para diabetes tipo 2, síndrome metabólico, resistencia a la insulina e hipertensión arterial, en etapas posteriores. La aparición precoz de estos factores de riesgos evitables en la infancia y asociados a las ENT están sumando a la gran carga de estas enfermedades, muy presente en el país.
El tiempo de lactancia exclusiva, que luego será acompañado de la inclusión de alimentos adecuados, presenta una oportunidad de prevención, de establecimiento de preferencias y hábitos saludables, que pueden significar protección a futuro.
Si bien los protagonistas fundamentales de esta práctica son la madre y el bebé, para que sea posible, todos estamos involucrados, el apoyo y sostén de los demás integrantes de la familia es fundamental, así como el de la sociedad toda.
Al igual que en otros momentos de la vida, se ha evidenciado que, durante la lactancia, la actividad física es beneficiosa y recomendable. Los beneficios de la actividad física se evidencian desde la gestación, no solo para el desarrollo del embarazo y en el momento del parto sino para el crecimiento y desarrollo del feto. Se recomienda acumular por lo menos 150 minutos de actividad física aeróbica moderada a la semana, además la Organización Mundial de la Salud sugiere realizar ejercicio de tonificación muscular por lo menos dos veces por semana así como ejercicios de movilidad articular y de estiramiento moderado.
Consultas en:
https://www.paho.org/es/campanas/semana-lactancia-materna-2022-impulsemos-lactancia-materna