Frente a un episodio de MS de origen cardíaco hay dos maniobras imprescindibles para salvar la vida: el Masaje Cardíaco Externo (mantiene la circulación) y la Desfibrilación Precoz (interrumpe la arritmia y restaura el ritmo normal).
La ventana de tiempo útil para resucitar a una persona es extremadamente corta, es decir, los 10 primeros minutos son determinantes para la resucitación, por eso es importante empezar lo antes posible. Por cada minuto que se demora en realizar el masaje cardíaco se disminuye la posibilidad de sobrevivir un 10% (5). Por eso, cada segundo cuenta.
Si las personas que presencian el evento inician rápidamente el masaje cardíaco y si además se utiliza un Desfibrilador Externo Automático (DEA) las posibilidades de sobrevivir se elevan a más de un 50%.