La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (ONUAA), o más conocida como FAO creó el Día Mundial de la Alimentación el 16 de octubre de 1979.  Desde entonces se conmemora, y cada año se busca generar conciencia y acciones hacia los problemas vinculados a la alimentación en su concepto más amplio. 

Este año la FAO propone el mensaje mundial de “No dejar a NADIE atrás”, planteando la situación mundial. 

Los sucesivos días de la alimentación han sido testigo de cambios en el mundo, y de realidades diversas, hasta contradictorias. El hambre aumentó en los últimos 5 años en algunas regiones, al tiempo que el problema del sobrepeso y la obesidad se ha convertido en pandemia en adultos, y es un problema creciente en los niños y adolescentes.  La inseguridad alimentaria se genera en distintos puntos del planeta producto de conflictos geopolíticos, cambio climático y pobreza.

La Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular, destaca la importancia de la alimentación saludable como hábito fundamental para la prevención, control y tratamiento de los factores de riesgos y la enfermedad cardiovascular. Una alimentación adecuada es uno de los pilares en el cuidado de nuestro corazón y la salud en general. 

¡Todos podemos modificar esto!

A pesar de que en el mundo se producen alimentos naturales suficientes y de calidad, y con capacidad de crecimiento, y una industria capaz de llegar a todos los rincones del planeta, los problemas de salud vinculados a lo alimentario crecen y se instalan como enfermedades crónicas.

La alimentación no saludable es un factor de riesgo importante para estas enfermedades, entre ellas la cardiovascular, y se estima que está asociada a más de 10  millones de muertes al año por estas causas.  El exceso de sodio, grasas, azúcar y calorías son componentes de la raíz intrincada de este problema.

¿Qué son los sistemas alimentarios?

Un sistema alimentario es la suma de los diversos elementos, actividades y actores, que articulan entre sí, se complementan y que mediante sus interrelaciones, hacen posible la producción, transformación, distribución y consumo de alimentos. Ver a la alimentación como un sistema, ayuda a comprender lo complejo de los acontecimientos, y a la necesidad de actuar en cada componente sin perder esta visión global. Esto implica el involucramiento de las partes interesadas, y lograr conciliar un objetivo común: la alimentación saludable de cada persona, la mejor salud y la prevención de las enfermedades vinculadas al estilo de vida en la población. Cada sector debe apuntar a una mejor producción, mejor alimentación, mejor nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor.  

Para ello son necesarios sistemas agroalimentarios dinámicos y sostenibles, que consideren el desarrollo a largo plazo, el crecimiento económico inclusivo y faciliten la disponibilidad y el acceso de alimentos .

¿Qué podemos hacer?
Todos podemos contribuir, es posible generar esta conciencia y este conocimiento con actividades como:
  • Siembra, cosecha y cuidado de huerta. Compartiendo estas actividades con sus adultos cercanos. 
  • Cuidando el ambiente.
  • Elaborando alimentos caseros con alimentos que obtenemos de la propia cosecha en la huerta, aunque sea una huerta urbana pequeña.
  •  Cocinar con los más chicos.
  • Armar un concurso de cocina, de recetas de merienda saludable.
  • Entrevistar a deportistas referentes, jugadores de fútbol, con el tema alimentación, salud y desempeño.
  • Armar encuestas entre los estudiantes de un centro educativo  sobre hábitos y actitudes de su alimentación
  • Aportar en el centro de estudios, el hogar, el lugar de trabajo ideas y acciones que deriven en que la alimentación saludable esté dada por defecto o resulte la opción más económica y fácil de implementar.  
  • Orientación hacia actores relevantes en la elaboración y provisión de comidas, como son los cocineros, gastrónomos, personal y estudiantes de gastronomía,  en la producción de recetas reducidas en sodio, azúcar, calorías, grasas y grasas saturadas y así facilitar el acceso a opciones saludables sin renunciar al placer de un buen plato. 
Nuestras acciones son nuestro futuro.

Cada uno de nosotros, incluidos los jóvenes, podemos trabajar por un futuro inclusivo y sostenible, mostrando amabilidad en nuestras acciones hacia el otro y hacia el ambiente.

Informar, educar y favorecer entornos y actitudes hacia el logro una alimentación saludable para todos, con el objetivo de no dejar a nadie atrás implica el involucramiento de la sociedad toda y los decisores. 

Todos podemos contribuir hacia una mejor salud a través de la alimentación.
Modificar el estilo de vida a lo largo de toda la vida, a través de la alimentación saludable conjuga el derecho a un desarrollo óptimo, con la salud y la prevención de enfermedades crónicas y muerte prematura.