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Factores de riesgo

Los factores de riesgo son condiciones, conductas, estilos de vida o situaciones que nos exponen a mayor riesgo de presentar una enfermedad, en este caso hablaremos de las enfermedades cardiovasculares.

Los factores de riesgo favorecen la aparición de enfermedades que se caracterizan porque las arterias se estrechan y/o, la sangre no circula libremente, originando así trastornos circulatorios que llevan a enfermedades cardiovasculares.

La Organización Mundial para la Salud habla de cinco factores de riesgo principales para el desarrollo y el control de las enfermedades no transmisibles (enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer) estos son: tabaquismo, el consumo nocivo de alcohol, alimentación no saludable, inactividad física y la contaminación del aire.

Factores de riesgo Principales:
Consumo de tabaco en cualquiera de sus formas
Consumo nocivo de alcohol
Alimentación no saludable
Inactividad física y sedentarismo
Contaminación del aire del medio ambiente
Existen otros factores de riesgo que se desarrollan por la presencia de los factores de riesgo principales y aumentan aún más el desarrollo de estas enfermedades, estos son:
Hipertensión arterial
Obesidad
Colesterol elevado
Diabetes
Estrés
Condiciones predisponentes

Son propias de las personas y sus familias, también nombradas no modificables y favorecen el riesgo cardiovascular:

  • Edad
  • Sexo

En general, los hombres tienen un riesgo mayor que las mujeres de sufrir un ataque al corazón. Después de los 65 años de edad, el riesgo cardiovascular es aproximadamente igual en hombres y mujeres cuando los factores de riesgo son similares, dado se pierde el efecto protector que los estrógenos darían a las mujeres para las enfermedades del corazón.

Las enfermedades cardiovasculares afectan a un número mayor de mujeres que de hombres y los ataques cardíacos son, por lo general, más graves en las mujeres que en los hombres.

Antecedentes familiares de una enfermedad cardíaca

Muchas enfermedades aparecen con más frecuencia entre familiares cercanos. Esto se denomina “agregación familiar”. Tal es el caso de las enfermedades cardiovasculares. Cuanto mayor es la agregación familiar de antecedentes, mayor es la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardíaca. Esta misma probabilidad aumentada se puede utilizar para prevenir la aparición de enfermedad cardíaca. La genética familiar puede ser un  factor de riesgo cardiovascular

Conocer la historia de salud familiar y esos antecedentes son importante para acciones tempranas de prevención de la enfermedad cardiovascular en el adulto joven.

Esta condición no sólo pesa en lo biológico, sino también en los modos de vida y en los patrones de estilos de vida que se aprenden en la familia de origen y se van perpetuando de generación en generación.

El área de Genética de la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular se encarga de identificar algunos componentes de genes que determinan la enfermedad y el riesgo de enfermedad cardiovascular, por hipercolesterolemia familiar, un diagnóstico temprano puede evitar un infarto temprano

Disminuyendo los factores de riesgo vinculados a los hábitos de vida y controlando las  enfermedades crónicas, logramos disminuir la carga que estas condiciones predisponentes como son la edad, el sexo y antecedentes familiares, tienen en la salud cardiovascular de las personas.

Una persona tendrá más probabilidad de presentar enfermedades como infarto cardiaco y cerebral cuanto más  factores de riesgo tenga.

Con la adopción de estilos de vida saludable podemos modificar la carga que estos tienen para el desarrollo de enfermedades.

Factores Protectores para las enfermedades cardiovasculares

Realizar actividad física regularmente acumulando 150 minutos por semana de intensidad moderada.

Mantenerse activo en actividades cotidianas diariamente y disminuir el tiempo sentado.

Alimentación que incluya frutas y verduras todos los días, pescados todas las semanas y panes y productos en base a harinas y cereales integrales. Evitar el consumo de bebidas y/o productos con azúcar, productos salados y con grasas trans (aceite hidrogenado) y saturadas (grasas animales).

Evitar el consumo de alcohol.

No iniciar el consumo de tabaco o interrumpirlo a penas lo pueda.

Proteger a las personas que no fuman de humo de segunda mano en hogares, vehículos y otros espacios.

Detección temprano y controlar la hipertensión arterial, la diabetes y otras enfermedades que afectan al corazón.