Como el comportamiento sedentario básicamente es estar quieto, las formas de limitarlo es incorporando algo de movimiento de forma frecuente en el día. Intercalando movimiento con periodos quietos. 

Cada paso suma.  Cada minuto suma.

 

Cada 45 o 60 minutos es recomendable incorporar algún movimiento, de cualquier intensidad, no es necesario que sea durante tiempos prolongados.

Con 5 a 10 minutos se pueden realizar actividades de movilidad, estiramiento, tonificación y resistencia de forma adecuada.

 

Las pausas activas en el trabajo, centro de estudios o en casa son una opción válida para estos objetivos.