Noticia

Padres Activos

27 de junio de 2013

“Cansarse para no cansarse: un regalo de contradicción”

Dra. Cecilia del Campo

En estas fechas en las que con motivo del día del padre comenzamos a pensar en regalos para homenajear a nuestros progenitores les damos una sugerencia, una recomendación para vivir este y otros días con mayor energía y alegría.

Un regalo de contradicción

La actividad física ha demostrado ser una de las herramientas para la salud más poderosas y accesibles para la población. El tipo de actividad física que se relaciona con la salud es aquella que se realiza en forma regular, a una intensidad moderada por lo menos 150 minutos a la semana. Las actividades que se promueven son las que involucran el movimiento de grandes masas musculares y por ende que exigen al corazón, al sistema vascular y a los pulmones para transportar sangre y llevar exitosamente el oxígeno a los músculos en movimiento.

Pero cuánto tienta un “picadito” de fútbol  o hacer unos tiros de basquetbol  con amigos, con nuestros hijos o nuestros padres.  El incentivo hacia la actividad de los adolescentes varones radica principalmente en la práctica del juego deportivo. Y es por eso que no conquistan tanto a esta edad las clases de gimnasia estructurada o las caminatas por la rambla. Las mujeres abandonan en edad temprana la práctica deportiva y recreativa en mayor grado que los varones de su edad.

En la edad adulta la frecuencia de la práctica deportiva es menor en ambos sexos y con ello deviene el menor acondicionamiento físico o fitness. Sin embargo, cuando surge una invitación para un partidito se acepta alegremente pretendiendo rendir como en los años pasados; aunque ya no estemos tan “entrenados” y contemos además con algunos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares que  exponen la salud a una situación vulnerable.

¿Qué hacer entonces? El “picadito” puede ser una opción válida para los que tienen bajo riesgo cardiovascular, además puede ser una opción motivante a través del juego y el encuentro. Un plan de acondicionamiento físico para otros días de la semana permitirá rendir más y disfrutar el partido así como disminuir otros factores de riesgo de enfermedades.

La actividad física aeróbica moderada, realizada en forma regular, protege a nuestro corazón y sistema vascular disminuyendo el riesgo de infarto hasta 3 veces más en relación a quienes llevan una vida inactiva. Varios estudios han demostrado la mayor ocurrencia de infartos cuando se realiza actividad física muy intensa y sin entrenamiento suficiente (se considera intenso, extenuante o máximo, cuando la persona que está realizando la actividad transpira y no puede hablar, cuando percibimos que estamos en los extremos de nuestras capacidades de soportar el esfuerzo. Es entonces cuando el corazón late casi, o al máximo de su capacidad. De todos modos, una persona que realiza ejercicio siempre estará más protegido que una persona sedentaria.

¿Cómo podemos aconsejar a la personas a realizar ejercicio en forma segura? El Cuestionario PAR-Q (Physical Activity Readiness Questionnaire) se basa en 7 preguntas que indican los elementos principales que pueden causar daños al realizar ejercicio físico, incluyendo la muerte.

 Si alguna de estas preguntas es afirmativa obliga a  una consulta médica previa para diagnosticar el grado de riesgo cardiovascular a través de la historia clínica. Solo en caso de riesgo cardiovascular moderado o alto se desaconsejan las actividades intensas, ya que la probabilidad de sufrir un infarto aumenta, si el riesgo es bajo, pueden participar del “picadito” sin problemas.

Cuando existe riesgo aumentado se sugiere comenzar con un programa de ejercicios en forma progresiva que permita aumentar la condición física principalmente de los componentes de fuerza y capacidad aeróbica: caminar, andar en bicicleta o bailar son algunas de las actividades de intensidad moderada para dar el puntapié inicial.

Surge entonces la linda y efectiva “contradicción”: hacer ejercicio y aumentar los niveles de fatiga, para estar cada vez más acondicionado y no fatigarse. Aumentar la intensidad de ejercicio en forma progresiva para disminuir el riesgo de lesiones y de sufrir un infarto, es la mejor manera de sentirse bien y seguro. Busque consejo médico antes de realizar ejercicios intensos para despistar riesgos elevados de eventos cardiovasculares agudos.

Ser padre activo, es un regalo para uno mismo, la familia y el entorno.

Hasta el camino más largo, empieza con un primer paso…