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31 de mayo – Día Mundial Sin Tabaco: ¿Y si te das la oportunidad de vivir sin tabaco?

28 de mayo de 2021

El 31 de mayo se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco. Desde la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular nos adherimos a las conmemoraciones bajo la consigna «¿Y si te das la oportunidad de vivir sin tabaco?», y apoyamos todas las acciones que promuevan la cesación del tabaquismo.

El tabaquismo es el principal factor de riesgo para la salud cardiovascular, y para otras enfermedades, afecta la calidad de vida de quienes lo consumen y sus afectos. Este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incorpora el lema «comprometerse a dejar el tabaco», promoviendo que quienes lo consumen puedan proponerse el desafío de dejarlo en todas sus formas.

¿Cuáles son los riesgos asociados al consumo de tabaco?

El tabaco es nocivo para la salud en todas sus modalidades, y no existe un nivel seguro para su exposición. El consumo de tabaco mata hasta a la mitad de las personas que lo consumen, y es la causa de mortalidad más prevenible en el mundo. Mata a más de 8 millones de personas por año, más de 7 millones de estas muertes se deben al consumo directo de tabaco y alrededor de 1,2 millones son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno. Se pierden en promedio 12 años de vida por el consumo de tabaco. ¿Te imaginás vivir 12 años más? ¿Qué cosas lindas podrías vivir en esos años? ¿Quizá ver crecer a un hijo o el nacimiento de un nieto?

Fumar implica múltiples riesgos para la salud cardiovascular, daña al corazón y a los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de hipertensión arterial, de cardiopatías, de accidentes cerebrovasculares, de enfermedad renal y de infarto cardiaco. Incrementa también el riesgo de varios tipos de cánceres, de sufrir disfunciones sexuales, y de complicaciones durante el embarazo, partos prematuros, hijos con bajo peso al nacer o abortos. Además, los fumadores tienen mayores probabilidades de desarrollar un caso severo y morir por COVID-19.

Fumar afecta la salud también generando disminución en la función del sistema inmune, mayor riesgo de diabetes tipo 2, disminución del sentido del olfato y del gusto, envejecimiento prematuro de la piel, mal aliento y dientes manchados, mayor riesgo de úlceras gástricas, de artritis reumatoide, de ceguera, entre otras situaciones. 

En cuanto a los aspectos económicos relacionados con el consumo de tabaco, las personas que fuman gastan más de mil dólares por año y miles de dólares a lo largo de la vida. En Uruguay, fumar entre uno y dos  paquetes de cigarrillos al día (20 a 40 unidades), representa un gasto de 1500 a 3000 dólares al año (al precio de hoy). ¿Pensaste en qué podrías invertir ese dinero si abandonas el tabaco? Quizá vacaciones con la familia, una mejora en el hogar, algo que uno de tus hijos necesita. 

Un compromiso que es mejor realizarlo en compañía

Dejar de fumar o de consumir tabaco en todas sus formas, es un gran cambio de vida que ofrece beneficios para la salud, económicos, medioambientales y sociales, entre otros. Es un cambio que, en su mayoría, requiere de apoyo y motivación para lograrlo. Hace bien contar con ayuda. El apoyo profesional puede duplicar las probabilidades de éxito para abandonarlo.

En Uruguay existen grupos de cesación en el sistema de salud. Agradecemos la información aportada por los prestadores de salud.

Acceder a listado de grupos de cesación en el sistema de salud.

La reducción del consumo de tabaco representa un logro y es un proceso, puede que no se logre una cesación completa inmediata, sin embargo la disminución progresiva del consumo trae consigo diversos beneficios: en la salud, en la economía, en el desempeño físico y laboral, entre muchos otros. 

Abandonar el consumo de tabaco suma calidad de vida.

Sustitutos nocivos: los productos de tabaco calentados y cigarrillos electrónicos

Existe una creencia errónea de que los productos de tabaco calentados (PTC) no son nocivos para la salud. Los PTC, al igual que otros productos de tabaco, son intrínsecamente tóxicos y contienen sustancias cancerígenas. Deberían tratarse, por tanto, como cualquier otro producto de tabaco.

Los cigarrillos convencionales queman hojas de tabaco y los cigarrillos electrónicos vaporizan líquidos inhalantes que contienen nicotina (fuente OMS).

Los cigarrillos electrónicos, son dispositivos que al calentar una solución producen un aerosol que el usuario inhala. Estos pueden contener o no nicotina. Los principales ingredientes de la solución son perjudiciales para la salud y no son seguros. Por otra parte, aumentan el riesgo de cardiopatías y afecciones pulmonares. Su uso también conlleva riesgos considerables para las mujeres embarazadas, ya que puede perjudicar el crecimiento fetal.

Estos implementos, como los vaporizadores y los cigarrillos electrónicos, generan aerosoles que contienen nicotina y otras sustancias tóxicas que son cancerígenos. Al tratarse de productos relativamente nuevos en el mercado mundial, los datos y resultados sobre sus riesgos para la salud son insuficientes y se desconocen en profundidad todos sus efectos adversos, por ello actualmente no se dispone de suficiente información para concluir que sean menos perjudiciales que los cigarrillos convencionales. Tampoco se dispone de suficientes datos actualmente sobre los efectos de las emisiones de estos productos en los fumadores pasivos.

Resulta preocupante que la comercialización de estos productos incluya información falsa o engañosa sobre supuestos beneficios para la salud, la ausencia de efectos perjudiciales y su eficacia para ayudar a dejar de fumar, y que la mayoría de las estrategias comerciales vayan dirigidas a la población joven (en particular, con el uso de aromatizantes).

Recomendamos no consumir este tipo de productos. No existen estudios que avalen su consumo seguro para la salud y existen estudios que hablan sobre sus efectos adversos. 

La OMS recomienda que estén regulados de acuerdo con cuatro objetivos principales:

  • Impedir que los no fumadores, los menores de edad y los grupos vulnerables empiecen a utilizar cigarrillos electrónicos.
  • Reducir al mínimo los riesgos que estos productos presentan para los usuarios y proteger a las personas que no los utilizan de la exposición a sus emisiones.
  • Evitar los mensajes sobre las supuestas virtudes sanitarias infundadas de los cigarrillos electrónicos
  • Garantizar que los intereses comerciales y otros intereses creados relacionados con los cigarrillos electrónicos, incluidos los de la industria tabacalera, no mermen las actividades de lucha antitabáquica.

Al ser un producto nuevo en el mercado, muchos jóvenes comienzan a tener hábito tabáquico mediante estos aparatos. Es fundamental que como sociedad no fomentemos la utilización de estos productos que pueden desarrollar posteriormente graves consecuencias en la salud de los uruguayos.

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